Querida Familia Cenáculo de La Providencia, Junto con saludarlos y esperando se encuentren muy bien y cuidándose en este tiempo de pandemia, queremos mandarles un cariñoso saludo, a cada miembro de las ramas, a cada colaborador, a cada peregrino, a nuestros queridos asesores, en este día tan especial en donde conmemoramos el día en que nuestro padre fundador hizo su primera Misa.
Queremos invitarlos a estar presentes y unirnos, especialmente en este día tan significativo para nuestro Movimiento, donde el Padre Kentenich pudo ver realizado su más grande sueño, que era el ser sacerdote.
Queremos dar gracias a Dios por el llamado vocacional al sacerdocio de nuestro padre fundador y a la Santísima Virgen que fue su Gran Aliada para la gran misión de construir Schoenstatt para el mundo y como un regalo para nuestra Santa Iglesia. Nuestra Madre y Reina fue despejando y cooperando para sobrepasar todos los obstáculos que encontró en su camino.
En estos nuevos tiempos de distanciamiento, de nuevas tormentas, de nuevas crisis para la Familia de Schoenstatt, estamos más necesitados de “ser y hacer” familia, con Esperanza y Alegría. Familia unida en la verdad, en la oración, en la fe práctica en la Divina Providencia, nuestra historia santa, una y otra vez nos ha enseñado que Schoenstatt nació en época de guerra y que, gracias a nuestra Alianza de Amor, estaremos proclamando muy pronto la victoria de nuestra Reina.
Es por ello que hoy, hacemos un alto y decimos muchas gracias Señor, porque has hecho maravillas en nuestra historia, en esta Familia y en la fe que nos has regalado maravillas desde la primera Misa y bendición de nuestro padre fundador.
Muy Feliz día de celebración de la primera misa de nuestro querido padre fundador, familia cenáculo de La Providencia.
Un gran abrazo espiritual a cada uno!
Sonia Cádiz y José Cannistra
Coordinadores Diocesanos.
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