Un día muy especial. 18, día de Alianza, vísperas de San José, pero más que nada día de Familia Cenáculo. La Familia toda reunida para despedir y agradecer a los antiguos y fieles Coordinadores, Sonia y Pepi, y dar la bienvenida y pedir las bendiciones para los nuevos Coordinadores, Bernardita y Raúl.
Comenzó, como de costumbre con la procesión de banderas, representando el ideal y a los miembros de cada rama. El padre Horacio, las Hermanas, antiguos Coordinadores, amigos y miembros de distintas comunidades. Todo preparado para iniciar nuestro año, primera Misa de Alianza del 2023. La mejor manera de comenzar.
En la presentación de las ofrendas los antiguos Coordinadores ofrecieron en el altar el “cuaderno de la Alianza”, que representa la unión y consagración de todos los hijos de la Familia De La Providencia como instrumentos de María. Signo vivo de nuestra Familia.
Los antiguos jefes de la Rama de la Familia, Cecilia y Ricardo, también hacen entrega de su misión a Mauricio y Celia. Hicieron entrega de la corona propia de la rama de Familias, símbolo del poder de María Santísima. Ella representa la confianza en que María guiará a los nuevos jefes de la Rama de Familias en esta misión encomendada. En ella estarán todos los proyectos, dificultades y alegrías que les toque vivir. Se entrega en el altar como símbolo de todas las Familias que conforman la Rama.
La bendición y el envío de los nuevos Coordinadores, Raúl y Bernardita y de los nuevos jefes, Mauricio y Celia fue en Familia, como le gustaba al padre Kentenich, pidiéndole a Dios las gracias y bendiciones para las nuevas responsabilidades que les tocará enfrentar, con la confianza de que tendrán muchos cooperadores aliados de la Mater.
Todo fue “en un solo corazón”, en un solo espíritu. Damos gracias a la Mater por hacer de ese atardecer todo un verdadero Cenáculo. Quizá lo más importante no se vio, que debe haber sido la alegría de la Mater de ver a sus hijos unidos, la alegría de el trabajo realizado los años anteriores y la alegría de saber que cuenta con nuevos colaboradores para la misión de Schoenstatt. La transformación, al igual que en Caná, de los aportes de Capital de Gracia en una lluvia de bendiciones a este Terruño donde decidió establecerse hace más de 30 años.
Todo acabó con unas deliciosas tortas y jugos, encargada a la Rama de Madres, que compartimos en agradables conversaciones y la alegría y confianza de comenzar un nuevo año lleno de desafíos que los viviremos en la alianza de amor.
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