Este miércoles 16 de mayo tuvimos nuestra segunda sesión del taller de conocimiento del Padre, en la que pudimos ir haciendo un paralelo entre la infancia y juventud de nuestro padre fundador y las nuestras.
El compartir de nuestras reflexiones y vivencias fue muy enriquecedor. Especialmente al descubrir el regalo que Dios nos hizo tanto al padre Kentenich como a nosotros; el regalo de tener una relación especial y cercana con nuestra madre María.
Sigamos atentos a lo que el padre Kentenich quiera comunicarnos. No olvidemos nuestra tarea hasta nuestro próximo encuentro. ¡Gracias querida Hna. Fernanda!